Si te frustran los finales imprevisibles, no leas ‘La chica que se llevaron’ - Somos lo que quieres leer
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Charlie Donlea gana puntos entre sus lectores recurriendo a giros argumentales. En esto es un maestro, y seguramente en ello resida el éxito de una novela como La chica que se llevaron.

Este thriller psicológico deja al lector con una sensación a medio camino entre el asombro, la satisfacción y la frustración por haber sido incapaz de prever el final.

Narra la historia de dos adolescentes secuestradas, de las cuales una logra escapar; la otra no. La primera, Megan, escribe un libro sobre su experiencia que llega a ser best seller; consigue ser famosa, aunque vive torturada con sentimiento de culpabilidad por haber abandonado a la compañera que no corrió la misma suerte. Entonces aparece Livia, médica forense, hermana de la que no logró escapar. Megan y Livia emprenden por separado la escalofriante investigación hasta que se reúnen.Dibuja personajes complejos y verosímiles. Aparte de sorprender al lector en las últimas páginas con algún giro en la trama, le reta en el ajedrez.

Pero Donlea no peca de abusar de la sorpresa planeada. El secreto de su fórmula para que parezca natural cualquier vuelco de trama le requiere aplicar cautela y estudiar el tono de la historia. Arriesga y gana porque la generación de dificultades y tensiones le garantiza, en definitiva, lo más importante: la fidelidad de los lectores hasta el final de la obra y dejarle con ganas de más.

Charlie Donlea ha dado la vuelta al mundo con otras novelas cosechando grandes éxitos. La chica que se llevaron es su primer libro traducido al español. Ha sido incluida en listas de best sellers en 20 países antes de ver la luz en nuestro idioma.

IMPORTANTE: Este libro no es para aprensivos. El autor facilita todo tipo de detalles sobre los procedimientos que se siguen para hacer una autopsia y narra con una precisión espeluznante las escenas sangrientas.Por el contrario, si se aspira a vivir de examinar cuerpos post mortem para determinar la causa de su muerte, La chica que se llevaron es una buena introducción, y todo parece tan real como la vida misma, aunque esté plagado de pistas falsas.

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